La Obra
Obra Publicada
Poesía: Olga, Ediciones El Juego, 1979. ||
Paisaje con país y árboles nuevos, Querétaro, UAQ, 1982. ||
Tie Fundador (José Luis Sierra)-Aliento de un largo amanecer (Francisco Morales Santos), Guatemala C.A. 1982. ||
“Clamor desde lo hondo”, Universidad Autónoma de Querétaro, Querétaro, 1986.
Clamor desde lo hondo, Querétaro, UAQ, 1986. ||
Mientras llega la claridad, UNAM, México D.F. 1987. ||
Sueña canarios amor, Querétaro, Joan Boldó & Climent, 1991;
Querétaro, Calygramma, 2013. ||
Ritual monográfico. Poesía (1972-1987), Querétaro, Consejo
Estatal para la Cultura y las Artes, 1993. ||
Memoria ocupada, Praxis, 1995. || Una ciudad para
José María y otros poemas, Querétaro,
INBA/Conaculta/SEP/Calygramma, 2013.
La luz colérica, UNAM, México D.F., 1998. ||
Para la historia de las decisiones de la ciudad de Querétaro,
ediciones de A., Querétaro, 1996.
Otras publicaciones
Poesía actual de Guatemala, “Cuadernos Hispanoamericanos” n° 397, Madrid, 1983. ||
Francisco Alday, Antología Poética (notas y selección: Alberto Paredes y José Luis Sierra),
Gobierno del Estado de Querétaro, Querétaro, 1987. ||
Blanca Varela, Material de lectura (notas y selección: Perla Schwartz y José Luis Sierra), ||
“Poesía Moderna” N° 140, UNAM, México D.F., 1988.
Poemas
Cuadernos de Amberes
Antwerps Aantekenboek
(uit het Spaans vertaald door Stefaan van der Bremt)
Abro la puerta y la ciudad me sufre
Abro la espesura y la lluvia me abraza
Abro la puerta para encontrar tu río
Abro la puerta y las sombras desde adentro se ausentan
Abro la inquieta primavera y no hay flores todavía.
Ik open de deur en de stad duldt me
Ik open de dichtheid en mij omhelst regen
Ik open de deur om jouw rivier te vinden
Ik open de deur en uit het huis glippen schaduwen weg
Ik open de onrustige lente en bloemen zijn er nog niet.
Me cubro entero y no me dice nada su cielo
Me cubro de las ansias
Me cubro del lenguaje y en sus plazas me alcanza
Me cubro la voz y las señales asienten las manías
Me cubro lentamente de humedades y celajes
Me cubro con estos jirones de nube
Me cubro y salgo destellante por los goterones sucios del tejado.
Ik pak me warm in en haar hemel zegt me niets
Ik pak me in tegen het smachten
Ik pak me in tegen de tal en op haar pleinen haalt ze me in
Ik pak mijn stem in en gebaren stemmen in met manieën
Ik pak me langzaam in tegen nattigheid en betrokken lucht
Ik pak me in met deze wolkenflarden
Ik pak me in en ga fonkelnieuw iut langs gore regenpijpen.
Hablaré mañana con ella sin rencores
Hablaré de su presente grisáceo
Hablaré en la catedral, a solas, en tanto Rubens…
Hablaré para que escuche a este habitante de allende del mar
Hablaré claro, sin tropiezos, como si nos entendiésemos
Hablaré como dos buenos amigos caminando por la ribera del Schelde.
Ik zal morgen met haar spreken zonder wrok
Ik zal spreken over haar grijze heden
Ik zal spreken in de kathedraal, alleen, terwijl Rubens…
Ik zal spreken opdat zij luistert naar deze bewoner van overzee
Ik zal helder, zonder horten, spreken, alsof we elkaar verstaan
Ik zal spreken als met en goede vriend wandelend op de Scheldekade.
Acaso tendría que apresurarme a inventar un personaje
Acaso no, con los que cargo en mi memoria serán suficientes
Acaso me enfermé y siento frío por la soledad ficticia
Acaso fracasé en ese intento y no, no me lo perdonaría
Acaso sufra de desconsuelo y tome una cerveza de ciruela
Acaso me diga a mi mismo “con subir la persiana bastará…”
Acaso no sea tan difícil estar a tu lado – me digo.
Misschien moet ik in allerijl een personaje uitvinden
Misschien niet, degenen die ik in herinnering meedraag volstaan
Misschien Word ik wel ziek en ril van ingebeelde eenzaamheid
Misschien faal ik indeze poging en nee, dat vergeef ik me niet
Misschien lijd ik aan radeloosheid en bestel pruimenbier
Misschien zeg ik tegen mezelf ´kreeg ik dat rolgordijn mar omhoog…´
Misschien is het wel doenbaar aan jouw Kant te staan – zeg ik tegen mezelf.
Y entonces me acuerdo de mi madre y su piedad
Y entonces me entretengo largo rato a la orilla del Meir
Y entonces miro y veo con detenida y extraña luz el mediodía
Y entonces salen las bicicletas por la mañana, a la tarde llueve
Y entonces llueve y vamos dentro de un café, pero no es lo mismo
Y entonces son los paraguas… y la espiga clara de esta muchacha
Y entonces son los paraguas… y la espiga clara de esta muchacha
Y entonces me acuerdo de mi vida.
En dan denk ik terug aan mijn moeder en haar vroomheid
En dan blijf ik lang hangen op de Meir
En dan kijk en zie ik in stilstaand en vreemd licht de middag
En dan rijden ´s ochtends fietsen uit, ´s avonds regent het
En dan regent het en lopen wij ´t café binen, mar alles is anders
En dan zijn er paraplu´s… en de heldere rankheid van dat meisje
En dan denk ik aan mezelf terug en mijn bestaan.
De regreso a Pen Flat me hago de un diario… me leo a distancia
De regreso me muevo con cautela, evoco las desconocidas calles y aparecen
De regreso juego a las adivinanzas y me gano las apuestas
De regreso las madonas desde sus nichos me indican el camino más corto
De regreso me salen los soliquios y hablo mucho: nadie me entenderá – me digo
De regreso leo las placas en alguna pared: A. Durero, 1520…estuvo de visita en Antwerpen
De regreso, alguna noche rezo.
Terug in PEN- flat, bemachtig ik een dagboek… lees mezelf afstandelijk
Terug beweeg ik me omzichtig, rope onbekende straten op en ze verschijnen
Terug speel ik raadselspelletjes en win de weddenschap
Terug wijzen madonna´s uit hun nissen me de kortste weg
Terug spreek ik alleenspraken en praat honerduit: niemand die me verstaat, zeg ik
Terug lees ik op een muur gedenkplaten: 1520: A. Dürer op bezoek in Antwerpen
Terug, bid ik een nachtgebed.
Hoy desperté completo, no hubo sueño desesperado
Hoy desperté y no me duele nadie, las noticias en la lengua de Flandes son mejores
Hoy desperté para siempre
Hoy desperté muy cerca de mi corazón
Hoy desperté feliz, o al menos esa es la definición de mi estar
Hoy desperté y no dudo al pensar en los ángeles que cuidan de mi ciudad
Hoy desperté y me entiendo un poco menos: eso es bueno para mi alma.
Vandaag schoot ik klaarwakker, er was geen nare droom
Vandaag schoot ik wakker en treur om niemand, nieuws in de tal van Vlaanderen is beter
Vandaag schoot ik wakker voor immer
Vandaag schoot ik wakker vlak bij mijn hartstreek
Vandaag schoot ik blij wakker dat althans is de staat waarin verkeer
Vandaag schoot ik wakker en twijfel er niet aan dat engelen mijn stad bewaren
Vandaag schoot ik wakker en raak uit mezelf wat minder wijs, tot baat van mijn ziel.
Tengo razón, me digo, al cruzar Teniersplaats: el tren me espera
Tengo razón en abstraerme, el puente no es firme y tengo miedo…
Tengo razón – a veces- en rodear esta galería, me espantan los simulacros
De color y sus figuras abyectas
Tengo razón y pienso en la razón que tuvieron los amantes del diamante
En quedarse en esta ciudad, tan bien les hubiera ido en New York
Tengo razón, lo juro, me inscribiría en la bitácora de ese vuelo, de ese marinero…
Tengo razón en admirar los portraits y landscapes de tanto ilustre “brabanzón”
Tengo razón y más, y no me atrevo a pronunciarme contigo.
Ik heb gelijk, zeg ik, als ik, de Teniersplaats oversteek: ik moet m´n trein halen
Ik heb gelijk als ik wegdroom, de brug is niet stevig en ik ben bang…
Ik heb gelijk – soms- als ik om die galerij heen loop, ik verfoei glitterkleuren
En hun abjecte schijngestalten
Ik heb gelijk en denk hoezeer wie diamant liefheeft gelijk had in deze stad te blijven,
Hoe goed hem ook zouzijin vergaan in New York
Ik heb gelijk, een eed erop, zet m´n naam mar in het logboek van die lijnvlucht of die
Zeeman…
Ik heb gelijk als ik weg ben van de portretten en landschappen van die beroemde
Brabanders
Ik heb gelijk, méér nog, en waag het niet dat tegen jou te zeggen.
Vaya el tiempo así, sin retorno
Vaya la soledad de los plátanos en Lange Nieuwstraat
Vaya suavemente en tenue deslizar de esa hoja sobre las baldosas
Vaya el ruido del agua por los drenajes de Amberes
Vaya dibujándose en el cielo ese lienzo absurdo de esta tarde
Vaya lejos la luz aligerada en cada parpadeo
Vaya mi cuerpo cobijándose en el tuyo.
Laat de tijd mar lopen, hij keert niet weer
Laat de platanen in hun eenzamheid in de Lange Nieuwstraat
Laat dat blad mar zachtjes neerstrijken op de plavuizen
Laat het wáter mar gorgelen in de afvoerpijpen van Antwerpen
Laat ver weg het licht verdunnen bij elk oog dat knippert
Laat mijn lichaam zich nestelen in het jouwe.
Curioso el ritual de los músicos… Pasar la mano por la moneda con la melodía
Curioso el niño con el perro, la correa plegable que se extiende con la sonrisa
Curioso el viejo que no dispersa su mirada, la fija grave en los caballos “percherones”
Curioso beso censurado de los adolecentes en el bar
Curioso yo a tus labios carnosos, rosados, húmedos…
Curioso vago hacia tu historia.
Vreemd, dat ritueel der muzikanten… die mete en geldstuk in de hand voortspelen
Vreemd, die jongen met z´n starre blik gericht op die trekpaarden
Vreemd, die verlegen zoen van jongeren in de bar
Vreemd, ik voor jouw vlezige, roze, vochtige lippen…
Vremd, dwaal ik af naar verhaal.
POEMAS DE MEMORIA OCUPADA
I
La risa de los otros que se apoyaron
En nuestro rostro amargo.
Y sin embargo, no sólo decidieron aislarse
del mundo, sino que arreciaron su insulto
y lo propalaron al universo todo.
Mi nombre fue un pretexto, viejo amigo,
Para comprobar su desfachatez.
Mi trabajo se transformó. Felices entregaron sus armas,
La historia, los cuentos,
La extraordinaria memoria…
II
Una sola ventilación desde aquella ventana;
Toda su vida desde el belvedere;
Se dejaban ver rayos y haces luminosos,
Cargas de fuego y metal, amorosos atrevimientos.
Su nombre, la mención liquidada:
Sí, le anunciaba tormentas y caricias
El recuerdo diáfano y hosco,
Le cantaba melodías tristes ese memorial.
Las temporadas eran largas
travesías hacia la orfandad de su presea,
cuántos triunfos mas habría que soportar
para seguir en ese vagido… se preguntaba.
III
Que lento crece el día…
Esta imaginación de las rudas horas.
Llegar a la tarde es desesperante.
Al menos morir ya no significa nada.
Creo saber: son los rayos luz que me alimenta.
Creo saber: es ese liquido que apuro a sorbos pasionales.
IV
Estériles son las hojas de los sauces que caen sobre el río;
Les roba sus pequeñas vidas: ¿sin viento?, ¿sin alas?,
¿Cómo es esto?
Uno viaja a otro mar en esta madrugada:
Uno detrás de otro para otra vez lo mismo,
Escudriñando, por encima de la piel
Del sueño, los personajes de rían y amen.
El mismo no tiene ya razón.
Ámbito incierto, umbrío.
POEMAS DE RITUAL MONOGRÁFICO
Olga (1979)
1
Yo
Con mi pluma de cartón
Te escribo.
2
Recuerdas
Los aviones rojos
De la primera guerra
Entrenándose con los aires
Y con las aguas
Los perros descabezados
En aquel lodazal
Las páginas gruesas del libro
Verde es de dar pena
Quemado por los bolcheviques
3
En esta Rusia de los Tolstoi
Y de los Lenin
Hay una dama ciega que parte el corazón en dos
Viene en las primeras filas
La de los limosneros
Las formas triviales
Se vuelven funestas
En esta tierra
4
Casa de llanto
La madre bebe leche de burra
A medio parir
El hijo corre delante
De las cabras negras
Esta cerca hay que tirarla ya
Madre
Prepárame avena caliente
5
En la plaza
Los guardianes del Zar
Desfilan airosos
Sus banderas blancas
Los Patriarcas atrás con corona de esmeraldas
Esperan que caigan los primeros
Caigan ya
Las botas militares
Se acercan al hoyo.
POEMAS DE SUEÑA CANARIOS AMOR
Uno ama
Desanda lo amoroso.
Entonces descubrimos el hilo negro
Que hilvanó nuestros labios.
El corazón ya no es aquel bombillo luminoso
Que nos alumbró el pecho;
Es un baúl, un arca vieja que suena a madera apolillada,
Fofa.
Uno ama sintiendo cada vez más el desierto,
Sorprendiéndose con los cactos y la fosforescencia de la floración.
Uno amó ¿importa acaso quién?
Sólo recuerdo los espacios de sus pasos, las extrañas ternuras…
No podía atender a los miserables. No existíamos.
Nos evocaba el presente.
Esta noche
Esta noche
Ya no sorprende a nadie
Ni al mismo tedio
No responden mis brazos
Por más que los presiono
Montando sobre ellos mis muslos
Me presento ante ella con el alba
Como esperanza: este reiterado sueño
Sobre la almohada
Levanto los pies alzo con ellos
Las sábanas para cobijarles
Y pasar de una entretención a otra menos grata
No responde a mi propio tiempo
No se entrevista con mi nombre
No hay pista posible sobre este cuarto.
Solo por mirar la Luna
Sólo por mirar la Luna
Y el tropel de caballos
Sobre el nuberío
Me reservo
A caminar tu cuerpo
Regresar a la memoria.
Rabinal
No hay hueco posible
Por donde no halle
Tu cuerpo…
Es la noche y el aire
Que tibian nuestros huesos.
Es mi secreta voz
Llegando con el resuello
Al oído de tu corazón.
POEMAS DE UNA CIUDAD PARA JOSE MARÍA
Welcome to Hell, to Paradise
Querétaro sabe todavía a cal y cantozbr
Huele a adobes rancios
Meados por españoles y franceses
Hablo de mi ciudad y su decisión
De su esperanza hablo
De su rostro claro y duro
Del miedo que nos da rezar
Hablo de los soberbios y su fatalidad.
Este es el espacio y el tiempo
Mis hijos crecen como tu amor
Este es su espacio y su tiempo.
Languideces en la lectura de nuestro destino
Como venir y estar y figurarte
En estos vientos urbanos
Hacemos nuestra la tarea de la memoria
La infinita gracia de tu silencio.
Nadie escribe sobre las paredes de mi ciudad
“Welcome to hell… Welcome to Paradise”
Nadie escribe sobre las paredes de mi ciudad
“Welcome to hell… Welcome to Paradise”
ni los de la compañía de luz se atreven
a colocar nuevas bombillas
en este callejón oscuro…
Se abandona la calle como se olvida la historia
Sólo dios sabe de las bofetadas y escupitajos
(Sólo dios finca la culpa).
No hablo de la conciencia del polvo en el aire…
POEMAS DE UNA CIUDAD PARA JOSE MARÍA
El Ángel y su acción
Es un servicio para el día.
una buena oportunidad para el ángel
saberse en la niebla
con la experiencia de la otra espesura.
Es lo más secreto.
De lo que coge la vida
una vez y la otra hasta el cansancio.
Hasta que ya no más.
Una Ciudad para José María
Dos veces la ciudad.
En la avalancha y la vorágine.
Acepciones de la tragedia.
Asedio y meditación del alma de todos.
Hoy ritmo y bonanza.
Mañana catástrofe.
Nos entramos siempre como todos los días.
Caminamos hacía arriba sin fijar la ruta
De los destinos.
Ciudad.
Tierra que pisamos todos.
Ciudad de mercados y repisas para las estrellas
Que nos mira desde la otra banda.
Esa que nos mete como aire y nos inflama.
Dos ciudades decimos:
Que vuela y calla
Para llevar a casa y saberla en la merienda.
Mi padre Juan
Guía aparejada a los desterrados
Era su alma,
No era pobre su seso; apenas con cansina mirada
Nos alumbraba a todos en la casa,
No traía dinero ni globos,
Solo un tiempo que nos descubría
soledades;
se encerraba en el hierro,
él estaba detrás de la mascara:
yo preguntaba y él no oía,
ordenaba juntar los ángulos,
limar los bordes, las asperezas…
Entrevista
La poesía de José Luis Sierra está determinada por los territorios
explorados a lo largo de su existir: Querétaro, el país, el mundo,
y de nueva cuenta Querétaro, ciudad donde están sus recuerdos de
infancia y adolescencia, donde nacieron sus hijos y sus libros, donde
sigue creando y soñando, donde tiene motivo para ser y estar.
“Escribo a pesar de mi mismo –afirma-, o es el mismo el que influye
determinante mente en lo producido. Me gusta imbuirme en las temáticas
interiores, valga la redundante redundancia: la muerte, el alma, la
soberbia, la maldad, la bonhomía, la religión, el amor, el tiempo,
la memoria-tan llena de mentiras la pobre-. Me cuento entre aquellos
a los que le fascina la Historia y las historias. Me sumerjo y no salgo,
me encanto con lo profundo, lo superficial me agobia”
¿Cómo te iniciaste en la poesía?
-Llegue a la poesía por el teatro, actividad a la que me dediqué en los
años sesenta y que me llevó a la poesía del Siglo de Oro.
Me deleitaba con la lectura de Lope de Vega, Tirso de Molina,
Calderón de la Barca, Francisco de Quevedo y Luis de Góngora.
A partir de 1972, por esa influencia, comencé a escribir poesía.
¿Cómo ha sido ese camino?
-No fácil. Los jóvenes de mi generación en los años sesenta,
vivimos un remanente dejado por Hugo Gutiérrez Vega cuando fue Rector
de la UAQ. En ese entonces yo estudiaba la preparatoria y todo el
desarrollo cultural que propició Gutiérrez Vega, nos permitió ponernos
en contacto con muchos creadores, con muchos de los géneros artísticos a
los que nosotros acudíamos con prestancia y uno de ellos era la poesía.
Las primeras oportunidades para publicar las tuvimos en la página literaria
estudiantil llamada “Clavileño”, después en 1973 nos integramos al
“Ruido de las letras” con Paula de Allende y mi primera gran sorpresa
fue haber ganado los Juegos Florales de 1976 en San Juan del Río, no
tanto por el premio en sí, sino porque dos de los jurados eran nada mas
y nada menos que Ernesto Mejía Sánchez y Luis Ríus, que al tiempo van
a ser mis guías, más Luis Ríus, quien me llevó a publicar mi primera
obra “Olga”. A partir de ahí han sido fortuitas y generosas.
¿Desde el principio tu formación fue literaria?
-No, primero entré en la carrera de Leyes, las dejé inconclusas para
meterme a Psicología y después de titularme, en 1980 viajo a España
becado por la UAQ, para estudiar una especialización como maestro
en Lengua y Literatura Española en el Instituto Iberoamericano de
Cooperación. En Madrid me propongo participar en la revista Cuadernos
Hispanoamericanos dirigida por el poeta Félix Grande, redactando
una antología: Poesía Guatemalteca Contemporánea (1983), que fue
mi primera publicación fuera del país. Al regresar a Querétaro,
el contacto establecido con Marco Antonio Campos fue definitivo,
no para mi solamente sino para muchos de mi generación.
En esos años estaban en auge los talleres literarios,
los Encuentros Nacionales de Escritores Jóvenes, lo que nos
ayudó a publicar en revistas nacionales y empezar a trascender
la frontera de Querétaro.
Te quedaste en Querétaro, pero no enclaustrado.
Yo nunca pensé que podría ser gloria local, me parecía que podía vivir
en Querétaro y promocionar mi trabajo a otras partes, tener una presencia
como escritor en otros lados. Ya te hablo de mi estancia en Madrid y
de mi publicación en Cuadernos Hispanoamericanos. Tres años después
publican en Hora de Poesía de Barcelona con Javier Lentinni, que era el editor.
Mis poemas se publicaron en Guatemala, en Panamá, desde luego en México,
en las principales revistas del país como La Palabra y el Hombre,
La Revista de la UNAM, Plural, Dos filos de Zacatecas, el suplemento
de la jornada semanal. He buscado tener una mayor presencia, porque
considero que mi trabajo lo merece, lo necesita, ese aire es bueno.
Porque estoy convencido de que la frontera de Querétaro no es Palmillas,
sino el mundo. Sin embargo somos conformistas, nos clavamos mucho en los
territorios pequeños, que es donde nos sentimos seguros. Me arriesgo.
¿Cuáles son los temas que te inquietan?
-Uno de mis grandes temas es el paisaje de mi ciudad, la memoria personal.
Mi infancia fue tan rica que aparece en los últimos tres libros, esta
visión que no solamente es el espejo del tiempo, sino que también es un
poco de formación de muchas generaciones. Vivir en una ciudad como Querétaro
es una experiencia importantísima, una ciudad contradictoria, con muchas
ideas morales bastante recalcitrantes: un catolicismo extremo, una doble moral,
pero sin embargo una ciudad hermosísima en lo físico, en su arquitectura, con
un desarrollo que me parece es propio del centro del país, pero que
contradictoriamente en muchos aspectos, es muy conventual, esta paradoja
siempre me ha preocupado porque es parte de mi personalidad y tal vez por
eso escribo tanto sobre Querétaro.
“Vivir en una ciudad como Querétaro no es garantía de protección moral.
Al contrario, se acuna la hipocresía, se promueve la mala fama, se atisba
desde la calle, a través de los visillos el interior de las moradas.
Las buenas intenciones son pistas para descubrir al infiel, al pecador.
Es una ciudad con muchos temores y muchos miedos. Se confunde la tradición
con el estatismo, a la contemplación con la perversión. No se da la experiencia
como ese vivir en carne propia, sino en carne ajena, vaya, no es un espectáculo
para propios, es más para extraños. Da miedo rezar, y eso lo digo en un poema
de mi más reciente libro: “Una ciudad para José María”.
“Este último libro está dedicado a Querétaro y obviamente a mi hijo y ahí
lo contrasto. Mi hijo tiene ocho años y esta ciudad más de cuatrocientos,
sin embargo se llevan tan bien los dos y eso es lo que trato de decir en
el libro. Tambien hablo del amor, de los encuentros, los desencuentros,
no soy un hombre pasional, más bien soy de frustradas obsesiones, pero
tiene mucho que ver mi entorno y mis temas van hacía ahí.
¿Esa mirada a tu ciudad es amorosa?
-Es amorosa, pero a la vez crítica y poco condescendiente. Me parece que
frente al hecho de guardar un tesoro, también nos lleva a resaltar otros
aspectos, por ejemplo son espléndidas las iglesias, pero son muchas;
son hermosas las casas, peros son demasiado grandes; es muy bella la
ciudad pero también tiene una parte deplorable. Me parece grave que se
hable mucho de la ciudad pero no de sus habitantes. Se dice que es muy
señorial, pero no que hay mucha pobreza. Querétaro se está convirtiendo
en uno de los polos de desarrollo para el gran capital, pero no para el
desarrollo social. Se les está olvidando a los gobernantes que la ciudad
también está habitada por pobres, no solo por los grandes capitalistas.
Tengo la necesidad de de confrontarla, de encontrarle otra forma de ser,
no solamente esa fachada que vemos desde la carretera, sino también
la pobreza espiritual y física de sus habitantes.
¿Al dedicarte a la poesía qué has ganado, que te ha dado?
-Me ha dado satisfacciones que me permiten continuar escribiendo, me sedujo
la poesía, me gusta mucho escribirla y creo que a algunos lectores les
gusta como escribo. La mayor satisfacción es sentir que no he perdido ese amor,
es como una fidelidad antigua: he sido fiel y me parece que la poesía
me ha sido fiel. Ambos hemos crecido.